LOS TEBEOS QUE MARCARON MI VIDA #04: LA PEOR BANDA DEL MUNDO

LA PEOR BANDA DEL MUNDO. José Carlos Fernandes. Devir / Astiberri (Devir, 2002-2007)

Hay que leer La peor banda del mundo. Y hay que decirlo más alto, HAY QUE LEER LA PEOR BANDA DEL MUNDO, porque en este mundillo algunas cosas pasan desapercibidas y otras hacen mucho ruido. O sea, no leer La peor banda del mundo es como no leer a Cortázar o como no ver las pelis de Jim Jarmush, por decir algo. No por semejanza, que también, sobre todo en el caso de Cortázar, sino por relevancia. Hay que leer La peor banda del mundo, de José Carlos Fernandes.

La peor banda del mundo se compone de una serie de historias cortas, entrelazadas o no, conectadas seguro, en un mundo que gira en torno a la banda del título. A veces son protagonistas, a veces no, a veces no salen, pero sale la gente con la que se relacionan, los sitios que frecuentan. Fernandes ha creado un mundo, pequeño, pero un mundo.

La historias tienen el aire del relato corto sudamericano, teñido casi siempre por un realismo mágico que aquí parece solo acariciar la superficie, pero que en realidad se infiltra en la vida y los recuerdos de los protagonistas. Es un tebeo nostálgico, triste incluso, crepuscular de hecho. El maravilloso dibujo de trazo bruto y colores ocres le va de muerte.

Vale, reconozco que no me lo he leído todo, por culpa, en parte, del maltrato editorial que ha sufrido en nuestro país, publicado primero durante cinco años por Devir y finalmente por Astiberri en su colección Sillón Orejero. Fueron precisamente los tomillos de Devir los que cayeron en mis manos en 2002, por pura casualidad, y "oh!" y "ah!". Algunas historias no me dejan dormir aún. No me dejan vivir, de hecho.

David G. González


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