LOS MEJORES CÓMICS LEÍDOS EN 2013

No íbamos a hacer una lista de los mejores cómics leídos en 2013, porque nos parece algo sesgado, subjetivo y pretencioso. Y también porque hay muchas listas. Pero hemos notado que lo que también hay es mucho gafapastismo y mucho hipster, así que ahí va nuestra lista, un poco para compensar. El orden no importa.

I AM A HERO, de de Kengo Hanazawa (Norma). Por la originalidad de la arriesgada puesta en escena de su propuesta, y por el terror que transmiten sus viñetas.

LOCKE & KEY, de Hill y Rodríguez (Panini)

OJO DE HALCÓN, de Fraction y Aja (Panini). No sólo por un guión fresco y sólido y por un dibujo brillante, alejado de los histrionismos habituales de Marvel. También porque es la mejor recuperación de un superhéroe olvidado desde el Daredevil de Frank Miller. Y porque Clint Barton es un tío guay.

BRIGADA, Enrique Fernández (Autoedición)

BATMAN: NUEVE VIDAS, de Motter y Lark (ECC). Una buena propuesta de género negro y una de las mejores ucronías que hemos visto de Batman. Bonita edición, además.

CUENTO DE ARENA, de Jim Henson y Jerry Juhl, que ve la luz en forma de novela gráfica gracias a Ramón K. Pérez (Norma).

PUNK ROCK JESUS, de Sean Murphy (ECC). Porque es cachondo, molón y, como no, iconoclasta. La crítica de Murphy a la sociedad de la telebasura y al fundamentalismo resulta tan punk como su protagonista.

OZMA DE OZ, de Eric Shanower y Skottie Yung (Panini)

BLUE STATE, de Osborne, Kalvachev, Fox y otros (Dibbuks). Una de las mejores propuestas de género negro del año, ágil y confusa como el mejor Tarantino.

ASÍ CALLÓ ZARATUSTRA, de Nicolas Wild (Dibbuks). Sí “Kabul Disco” era bueno, “Así calló Zaratustra” es mejor. De lo mejor que se ha publicado sobre Oriente Próximo desde “Persépolis”.

SAGA, de Brian K. Vaughan, Fiona Staples (Planeta DeAgostini)

DOS ESPÍRITUS, de Tyto Alba (Astiberri). Tyto Alba demuestra que funciona mejor como autor total con este western atípico, sucio y delicado al mismo tiempo.

EL AMOR, de Bastien Vivés (Diábolo). A nuestro parecer, el humor está en horas bajas. En el cómic y en general. Vivés lo eleva a la categoría de arte.

LA ÚLTIMA MUJER, de Charles Masson (Diábolo). Una buena novela gráfica que pasó ciertamente desapercibida. Nostálgica y amable a la par que triste. Un Bukowski a la francesa.

SPACEMAN, de Azzarello y Risso (ECC). Uno de los mejores equipos creativos de la última década nos propone una historia imposible sobre ciencia ficción y programas de televisión. Brillante.

LA BANDA DE LOS POSTIZOS, de David B y Tanquerelle (NORMA). Una historia real sobre atracadores de bancos realizada con pulso firme y oficio. Buen ejercicio de género.

THE MASSIVE, de  Wood y otros (Panini)

1985, de Millar y Lee Edwards (Panini). Porque los 80 siempre serán... los 80.

FREAKS SQUEELE, de Florent y Maudoux (Dibbuks)

CASTILLA DRIVE, de Anthony Pastor (La Cúpula). Premio Angoulême 2013 al mejor “polar”. Una buena historia negra con toques de Lynch y los Cohen y una brillante protagonista femenina.

LA MEMORIA DEL AGUA, de Mathieu Reynées y Valerie Vernay (Norma)

BATMAN: ARQUITECTURA MORTAL, de Kidd y Taylor (Panini). Vale, esta es la rareza de la lista. No es un cómic redondo, pero es una propuesta estética interesante y retro. Vale la pena echarle un vistazo.

LA CRIPTA: SATANISMO, de varios autores (La Cripta).

Y mención especial para el libro (sí, libro sin dibujos):
MARVEL COMICS: LA HISTORIA JAMÁS CONTADA, de Sean Howe (Panini Books)

Comentarios