He ido a ver a Rosalía
He ido a ver a ROSALÍA.
No era un concierto,
era ella
—era ir a verla a ella—.
Era solo ella en un fondo blanco,
y unas pantallas en las que solo salía ella;
todas las partes de su cuerpo,
desde todos los ángulos,
todos.
Nada realmente nuevo,
todo realmente novedoso.
Cuando ella se ponía folclórica, arrollaba.
Cuando la música se ponía industrial, arrollaba.
Y el público enloquecía cuando movía el culo:
así de simple.
¿Que no había músicos?
¡Daba igual!
¿Que igual había playback?
¡Daba igual!
No era un concierto
—era ir a verla a ella—,
como
esto
no
es
un
poema.