minireseña: SOMOS LO QUE SOMOS

Valoración: 6
Jim Mickle se consolida con Somos lo que somos (Jim Mickle, 2013) como un director de género afianzado en el realismo. Y, con este remake de la película de Jorge Michel Grau, no sólo en el realismo, sino en lo cotidiano. De ahí que el terror sea aún más terrorífico.

Somos lo que somos está lejos de los ejercicios de histrionismo tan de moda en las propuestas más comerciales del género, sobre todo en el terreno de los zombies. Esta es una película seca y dura, con algunos puntos en común con Red State (Kevin Smith, 2011) en lo que se refiere al retrato del fanatismo religioso que se vive en algunas comunidades de los Estados Unidos de América.

Estéticas a parte, la película parece tener dos partes, una contenida e incluso melodramática y otra más cercana al trhiller. Es aquí, como en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), donde al realizador quizás se le va un poco la mano, desestabilizando la sobriedad del conjunto.

Quizás Mickle se equivoca al focalizar la atención en lo menos interesante, porque al final la “sorpresa” acaba resultando lo menos sorprendente y “lo más fuerte” tampoco es lo más fuerte. Y es que ya lo habíamos visto retratado con una similitud sospechosa en una película anterior que no se puede traer a colación sin caer en el spoiler.

Pese a ello, Somos lo que somos es una cinta sólida e intensa. Quizás algo irregular. Y quizás peca de nadar entre dos aguas. Pero su factura y unas interpretaciones en estado de gracia la elevan sobre la media.

Buen provecho.


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